16-06-2017 05:04:28 p.m. | Tras el subcampeonato histórico en su segunda zafra en Israel, el piloto criollo evaluó su temporada
Por: Asdrúbal Prince H. aprince@grupo-un.com
Gregory Vargas terminó la temporada 2016-2017 a un ritmo alto. Jugó 21 partidos con el Maccabi Haifa promediando 15.4 puntos, 6.8 asistencias, 4.8 rebotes y dos balones ganados en 35.5 minutos de acción. Además ganó el subcampeonato con el Haifa, perdiendo la final ante el poderoso Hapoel Jerusalén donde juega el exNBA, Amar’e Stoudemire. El criollo hizo un balance para Líder de su segundo año consecutivo en Israel.
“Fue una temporada muy buena porque a pesar de clasificar en el octavo lugar, eliminamos por primera vez en la historia al que clasificó primero (Hapoel Holon), y luego al Tel-Aviv, que es un histórico, lo vencimos para avanzar a la final”, recordó el piloto mirandino de 31 años.
Vargas tuvo la oportunidad de compartir con su compatriota Daniel Seoane, asistente técnico de la selección nacional y también del Haifa, y aprovechó cada jornada para mejorar su juego. “Esta temporada fue de aprendizaje en todos los sentidos del juego y trabajar con Daniel (Seoane) fue fundamental”. Prueba de ello es que Vargas dominó la liga en asistencias tras quedar segundo en la 2015-2016 y se llevó, nuevamente, el premio como Jugador Defensivo de la temporada.
“Ahora es temprano para hablar de eso pero me gustaría regresar. Es una decisión que tomaré con mi agente en una reunión”, prosiguió el puesto uno. “Este país me gusta. La ciudad es como Puerto La Cruz, con playas y un clima cálido. Aquí tuve mi primer hijo, en esta tierra sagrada y me he nutrido de esa paz, tranquilidad y espiritualidad que tiene Israel”.
El nacido en Ocumare del Tuy inició el calendario con el Nancy de la LNB de Francia, pero debió abandonarlo para atender el embarazo de su esposa y ver nacer a su cuarto hijo. Poco más de dos meses fuera de acción no le impidieron volver a firmar con el Haifa. “Llegué en la segunda vuelta del torneo y al equipo lo afectaron las lesiones y nuestro básquet fue mejorando en regularidad de resultados”, reconoció.
“Regresé a Israel porque conozco la liga, fueron pacientes conmigo para estar con mi esposa y el nacimientos de mi hijo. Tenía otras ofertas pero me incliné por jugar dónde me conocían y dónde conozco al equipo”.
Ahora el venezolano descansará algunos días y existe una lejana pero factible posibilidad de que Marinos de Anzoátegui lo tenga para lo que resta de campeonato en la LPB. “No está descartado”, dijo Jesús Campos, presidente de los navales.
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